mayo 28, 2009

Enamore a quien cree su enemigo

El GPS es un sistema direccional satelital mediante el cual se le hace más fácil a uno ubicarse en zonas poco conocidas. Hace poco, en el exterior, mi hija tecleo en el GPS la dirección equivocada de adónde íbamos y yo… aun cuando claramente oía a una vocecita interna decirme que iba en la dirección equivocada seguí las instrucciones del GPS, hasta el final, o sea hasta llegar al destino equivocado. En ese momento me dije “esto es exactamente lo que hicieron los mercados financieros cuando aún sabiendo que no eran tan de confiar siguieron las triple-A o las “cero riesgo” emitidas por las calificadoras de crédito, hasta desbarrancarse. ¿Qué es lo que nos impide oír y obedecer la voz de nuestro propio sentido común?

Estas últimas semanas he tenido ocasión para de nuevo reflexionar sobre el tema por cuanto, como radical del medio, he recibido muchos correos electrónicos de personas afiliadas al chavismo (el término “oficialismo” le queda grande) y en los cuales observo que las voces internas de muchos de estos revolucionaros les gritan a todo pulmón que se encuentran en la revolución equivocada… pero aún así no logran hacerle caso a su propio sentido común.

Y permítame decirles que yo, por no hacerle caso a mi voz interna, llegue al destino final equivocado y perdí alguna hora de mi tiempo; y los inversionistas, por seguir las triple-As, perdieron fortunas; pero nada de eso se compara con la tragedia griega que para un revolucionario puede implicar el descubrir al final de su vida revolucionaria, que andaban haciendo revolución en una revolución que no tenía nada que ver con la suya. Eso es mucho peor que jamás haber logrado una revolución.

A los revolucionarios perdidos les leo quejas sobre las políticas de puerto; la sustitución de monopolios privados por monopolios del Estado: la implosión al autoritarismo de lo que iba a ser una explosión de poder popular; el privilegio de la afiliación política por encima del conocimiento; la corrupción, la corrupción y la corrupción… y aun así no son capaces de cambiar de rumbo…por lo menos por ahora.

Y unas de las razones por las cuales se le hace difícil a muchos de los revolucionarios en el chavismo obedecer a sus voces internas y abandonar la que ya saben no es su revolución, es que demasiados de la oposición no quieren ni siquiera conversar con el chavismo, lo que los pone ante la disyuntiva de tener que elegir entre la revolución equivocada y el regreso a todo contra lo cual antes pelearon.

Venezolanos chavistas, por el bien de nuestro país, olvídense de los rencores del Gran Hacendado de turno y enamoren a los escuálidos; y venezolanos escuálidos, por el bien de nuestro país, ignoren igualmente al Gran Hacendado de turno y enamoren a los chavistas, ya que, del amor, siempre surgirá un mejor país que de una guerra civil.

Recuerden siempre que el otro, sea éste chavista o escuálido, no tiene la responsabilidad de enamorarse de Usted y por lo que es Usted, chavista o escuálido, quien tiene la responsabilidad de enamorar al otro. Por cuanto se nos va la vida de nuestro querido país en esto, les ruego no se dejen seducir por los diablos de aquí o de allá, quienes se asfixian con el amor y respiran con el odio.

¿Significa este llamado al amor un pacifismo sonso para que no hagamos nada y nos dejemos de llevar por los hechos? ¡Por supuesto que no! Es un llamado para que con coraje, unidos, peleemos la guerra contra la desunión. La verdadera revolución unificadora es la que busca el derecho del ciudadano de ser el mismo el sembrador de sus resultas petroleras.

El Universal
Noticiero Digital

mayo 21, 2009

Un manifiesto fofo

Quince conocidos economistas circularon el 12 de mayo un manifiesto titulado, “Ante la situación económica nacional”, en el cual expresan la gravedad de lo que enfrentamos. Excepto para quienes con o sin manifiesto su dependencia sicológica les impide ver lo que pasa, en él no se decía nada nuevo. De hecho, excepto por algunas particularidades malas rojo-rojitas, pudo haberse escrito en otras ocasiones bastante recientes de nuestra era petrolera, antes que nada por la tanta lloradera sobre leche derramada.

Okey, quince economistas, tienen ustedes toda la razón, pudimos haber ahorrado los reales en vez de gastarlos pero, como de nuevo le dimos los reales a quienes de antemano sabíamos que se los iban a gastar, igualito como a nosotros nos encanta gastar esa valiosa gasolina que nos regalan sin que jamás protestemos por ello, pasó lo que sabíamos tenía que pasar, así que... ¿ahora qué hacemos?

Okey, quince economistas, tienen ustedes toda la razón, pero si se hubiesen ahorrado esas resultas del petróleo, como las deberíamos haber ahorrado, entonces, excepto por ayudar a sostener mejor lo insostenible… ¿de qué manera ayudaría ello a resolver los problemas estructurales que nos vienen de ser un país petrolero?

Los quince economistas terminan con un "queremos advertir al país… no con el propósito de acentuar la ansiedad… sino para resaltar el hecho que los desequilibrios y distorsiones que se vienen conformando tendrán impactos negativos de importancia sobre la vida de los venezolanos debido a los graves errores de interpretación de la realidad nacional y de diseño y ejecución de las políticas que se llevan a cabo bajo la presente gestión gubernamental". Quince economistas, ¿con qué se come eso? ¿Con quitando a unos y poniendo a otros?

Lo que sí sabemos es que el obligado ajuste de nuestra economía que hoy se nos acerca a pasos agigantados, a diferencia de todos los recientes ajustes obligados, esta vez no se encuentra con una Venezuela bien dispuesta, como aquella que con entusiasmo se dedicó a proyectos tan ilusos como el sembrar manzanas de clima templado en Maracay, sino con una Venezuela dividida llena de odios y amarguras, donde parece que a algunos no les importaría dejar unos cientos de miles de compatriotas muertos con tal de quedarse con el poder.

Así que, quince economistas, si tienen algo que de verdad pueda ayudar al país en un momento donde de verdad se necesita de la verdad, díganlo, pero, si no, de verdad, mejor es callar.

Por ejemplo quince economistas ¿qué sugieren que hagamos con lo de la gasolina? Por supuesto, si nuestros hijos no tuviesen absolutamente nada de alimentos y medicinas, todos o casi todos estaríamos de acuerdo en vender la gasolina en Venezuela a su precio de mercado internacional, para que no se consuma tanto y para que se pueda exportar algo más de ella, pero… ¿tenemos verdaderamente que llegar al extremo de que no quede otro remedio para remediar? El costo de oportunidad del regalo de la gasolina que le hacemos a quienes la compran anda fácilmente por los 25 millones de dólares, ¡diarios!

Que luego nosotros no queramos aceptar el aumento del precio en la gasolina por cuanto el gran cacique o el gran hacendado de turno no tiene la suficiente credibilidad política para ello, pues eso es otro problema, su problema, pero la obligación de los economistas es sugerir lo que se debe hacer en función de la economía… ¿o debo suponer que el silencio de los quince economistas sobre lo de la gasolina implica que no están de acuerdo conmigo?

De nuevo oí a una señora venezolana argumentar por televisión "no es justo que un país que tantos ingresos ha obtenido durante la última década como el nuestro... (y su queja particular)". Doñita, eso es justamente lo que se debe esperar en un país donde los ciudadanos, y sus quince economistas, sin siquiera discutirlo, aceptan entregarle sus resultas petroleras al gobierno.

P.S. En la semana oí una de las más deprimentes cuñas jamás producidas, decía: "Chequea tu cupo en Cadivi con nosotros… ¡Tu banco para crecer!"

El Universal
Noticiero Digital

mayo 14, 2009

El odioso cero cupón de PDVSA

Yo siempre leo el Financial Times de Londres (FT) y hace años que mantengo un blog llamado "Tea-with-FT" en el cual comento casi a diario. Ese blog puede haber significado que el FT ya no me publique más mis cartas al editor, pero tenerlo igual me ha permitido interesantes diálogos, tipo "off-the-blog", con muchos reporteros de ese prestigioso diario.

Pues les cuento, la semana pasada apareció un reportaje firmado por Benedict Mander en el cual se indicaba que PDVSA está contemplando la emisión de un cero-cupón por dos billones de dólares a dos años de plazo a una tasa de interés estimada en 16%, para cancelar unos 4 billones de dólares que tiene en deuda local, obviamente vía las triquiñuelas cambiarias. Sentí rabia, así como tristeza por mi país.

A PDVSA, a la que podría y debería ser la tacita de plata más tacita de plata en este mundo lleno de inseguridades económicas y financieras, le cobran el 16% en intereses, cuando Estados Unidos solo paga el 1%. Un cero cupón de 2 billones a dos años al 16% significa que PDVSA recibiría hoy 1.486 millones de dólares y debe cancelar por intereses, en dos años, 514 millones de dólares. ¡514 millones de dólares botados por el drenaje! ¿Pagaderos a quién? ¿Qué aprovechador será beneficiado con la criminal ineptitud de PDVSA?

Las cisternas de petróleo de PDVSA que aparecían en la foto que acompañaba el artículo llevaban pintadas "Patria, Socialismo o Muerte" y la noticia pregonaba sin duda la tercera opción como la más probable… por lo cual solo es natural que el mercado, siendo mercado al fin, le exija una tasa de interés del 16% a PDVSA... por ahora. No obstante lo anterior, a ese desconocido aprovechador, desde ya le aseguro que por lo menos este insignificante ciudadano hará lo posible para que esos odiosos intereses no le sean cancelados.

Ahora bien, si PDVSA piensa cancelar 8.600 millones de bolívares fuertes en deuda local con solo 1.486 millones de dólares, eso implica que piensan conseguir, no sé cómo, una tasa de cambio de 5.79 bolívares fuertes por dólar. Y eso significa que una empresa que debería estar extrayendo las riquezas del subsuelo que la providencia legó a Venezuela, idealmente para entregarle las resultas al ciudadano, lo está haciendo tan mal que además necesita extraer otros recursos de las entrañas del ciudadano.

Finalmente y por cuanto ante la muy seria crisis ambiental que tenemos encima las imprecisiones me revuelven el alma, permítame comentar que cuando el comandante hoy vuelto mercader arbolariamente hablo de "¡Gas… energía limpia… no contamina!" está muy equivocado. El gas en los vehículos produce solo algo menos CO2 que la gasolina y como no rinde igual, para los fines prácticos, termina siendo casi lo mismo. Eso no significa que el gas no sea una buena alternativa económica pero, si vamos a usarla de manera ambientalmente correcta, usémosla mejor en trenes y no en carros.

El Universal
Noticiero Digital

mayo 07, 2009

¿A punta de besitos entonces?

Ya se le fue Bush y enemigos generosos como Bush hay pocos. Igualito como a Estados Unidos le hace falta su Rusia roja-rojita, no es fácil manejarse sin un enemigo respetable. Un pueblo no acepta quedarse en un lodo maloliente sólo por cuanto a cualquier tipo por allá le quitan su trufa pero… si a quien le quitan la trufa es un enemigo de los malos-malos buenos-buenos, de repente, con el consuelo de los tontos, se la calan.

Por supuesto, hay que seguir marchando, aun cuando nada o poco cambie, por cuanto el día que ya no marches, te cambiaron a ti, en todo. No obstante quizás haya que darle un vuelco radical a la manera de protestar. Como el presidente-comandante ya no permite alguna oposición que no esté 100% con él… pues de repente, para librarnos de que nos lance sus laticas de gas, hay que estar 100% con él… y revolucionariamente aprender hacer marchas como las suyas; como las que él describe, "llenas de amor, desbordadas de amor" y libres de "conspiradores y resentidos llenos de odio".

Habría entonces que volcar el imaginario de la oposición en organizar "La Gran Marcha del Súbdito Agradecido"; en la cual alabar a quien con tanta responsabilidad asumió ser el patrón de nuestra hacienda; vestirnos todos del todo rojo-rojito que tanto le gusta; tirarle besitos, caramelitos y flores bolivarianas; agradecerle la gasolina regalada y los dólares baratos; prometer dejar de ser testarudos y construirle sus gallineros verticales; recontar como la historia la historia que él nos cuenta; desmentir todos los rumores sembrados por oposicionistas enloquecidos que antes dudaban de su temple democrático y quienes, debiendo estar presos, aún andan por ahí vagabundeando libres gracias al magnánimo benevolente buena gente; dejarnos de esa mala costumbre y falta de educación revolucionaria de cuestionarle lo que a causa de nuestra ignorancia sospechamos pueda haber hecho con nuestras resultas petroleras; y para, finalmente, agradecerle sus discursos de paz que inspiran tanta paz y tranquilidad en nuestras calles.

Y seamos generosos admirando… Llevemos también afiches con las fotos de Cilia y Nicolás (con retoques… para perfeccionar claro está) y de los demás héroes de la más grande y pura revolución que se haya visto el mundo, para el digno orgullo de nuestra digna Venezuela.

Así mismo Globovisión, que tanto tiene de que hacerse perdonar debería, como mínimum minimorum, presentar un "The Bolivarian Idol" para buscar el cantante y la canción que mejor refleje ese maravilloso socialismo comandado del Siglo XXI y donde lo empalagoso no descalifique…sino todo lo contrario. Igualmente, en lugar de invitar a los ya fastidiosos y tendenciosos expertos de siempre, debería hacer una serie de entrevista y reportajes para que conozcamos en adorable intimidad a todos los talantes de la revolución, tales como nuestros ilustres asambleístas.

Eso sí, una vez debidamente posicionada Globovisión y recuperada la credibilidad de su fe en el proyecto, debe televisar un maratón para recaudar fondos para algunas de las causas meritorias a serle presentada por Daniel Ortega.

Para la gran ofensiva del amor… "All we need is love… everybody now! All we need is love… everybody now! All we need is love, love". Love for you Fidel! … Love for you Fidel! - bis.