septiembre 22, 2011

El mapa de la Venezuela sitiada

Una organización civil no gubernamental www.queremosPaz.org desarrolla, con un esfuerzo encomiable, un mapa en el cual se reporta los delitos en Venezuela, buscando obtener estadísticas sobre los índices delictivos. Lamentablemente, por cuanto donde más población existe, más probabilidades de delitos existen, el mensaje visual no queda muy claro. 
Una alternativa sería pedirle a por lo menos 4 o 5 hogares de cada cuadra, que reportasen en una escala del cero a diez, qué seguridad sienten dándole una vuelta alrededor de su cuadra caminando con su familia, durante cada hora del día... para luego traducir los resultados en un mapa con colores y significado del tipo semáforo verde amarillo y rojo. De repente aquello podría aumentar la presión del "hagan algo" sobre unas autoridades que simplemente no deberían tener el derecho de hacer más nada, de no asegurar un nivel mínimo de seguridad. 
En un país con ofertas políticas tipo variada piñata, un candidato que ofrezca paralizar toda otra actividad gubernamental, menos escuelas y hospitales, hasta no haber hecho de Venezuela el país más seguro del mundo, podría tener una buena opción de ganar... especialmente si mientras entrega las resultas petroleras ahorradas directamente a los ciudadanos. 
Salir a pasear por ciudades relativamente seguras y compararlas con las inseguras, evidencia el inmenso impacto negativo que la inseguridad tiene en una economía. De seguro que una ciudad segura puede generar por lo menos un 20 por ciento más de fuentes de empleo que una insegura, y eso aún considerando los tantos guardaespaldas que puedan quedar desempleados. 
La seguridad comienza, poco a poco, a adquirir características de ser uno de los bienes económicos más demandados a nivel mundial, y no me sorprendería de pronto oír, a una de esas ciudades que han perdido el rumbo económico, relanzarse como la ciudad con los impuestos más altos a la propiedad... pero la más segura. De atraer aquello a unos cuantos de los profesionales y adinerados nuestros, nuestros pobres quedarían aún más desamparados. 
Y por supuesto no es que existan ni que aspiremos a ciudades 100 por ciento seguras, para el 100 por ciento de los ciudadanos, en el 100 por ciento de los lugares, y durante el 100 por ciento de los minutos del día... ustedes saben muy bien a lo que me refiero. 
Quiero un gobierno bueno y fuerte, pero eso solo se logra con un gobierno que se dedique a lo que verdaderamente son sus responsabilidades. En Venezuela, lamentablemente lo que tenemos es un gobierno sobre-consentido a cuenta de haberse quedado con nuestras resultas petroleras y que brinca como un picaflor, de ocurrencia en ocurrencia, sin lograr hacer absolutamente nada bien. 
De quedarnos nosotros los ciudadanos con nuestras resultas petroleras, y que los sueldos del gobierno dependan solo de los impuestos nuestros... de seguro que tuviéremos más seguridad. 
Me encantaría ver al cacique de turno, los ministros, jueces, alcaldes, gobernadores y demás divos, divas, prima-donas o primo-uomos de la burocracia de nuestro Estado petrolero convertido en opereta bufa, verse obligados a enfrentar el mapa de la Venezuela sitiada, con un ranking que compara sus gestiones en seguridad con la de otros, en tiempo real. ¡Cuán inseguros no podrían sentirse!