diciembre 20, 2012

Y Alí Primera nos cantaba

Si los ciudadanos son unos completos incapaces con respecto a poder manejar responsablemente su cuota parte de las resultas petrolera, digamos unos 200 dólares por mes, como sostiene la inmensa mayoría de nuestros políticos, pues tampoco deberían estar capacitados para la muchísimo más difícil tarea de saber elegir bien a quien habrá de administrar todas sus resultas. 
Yo sí creo al pueblo más capaz de sembrar cada quien sus resultas petroleras mejor que los engreídos políticos y gobernantes nuestros… y estoy seguro que Alí Primera, de estar vivo, así también lo creería... ahora más que nunca. 
Y Alí Primera nos cantaba: 
“Vámonos pa´allá vamos a su encuentro”… por cuanto “trae en la gualdrapa un arsenal de cariño para sembrar en la patria”. 
¿“Arsenal de cariño”? Y ustedes saben muy bien que de estar Alí Primera vivo, de seguro estaría cantándonos… “¡Yo te aviso chirulí! Lo que los aspirantes a Neo-Padres de la Patria traen en la gualdrapa son nuestras propias resultas petroleras, y las cuales creen, o por lo menos las reparten y negocian, como si fuesen de ellos.” 
¿“Sembrar en la patria”? Y ustedes saben muy bien que de estar Alí Primera vivo, de seguro estaría cantándonos… “¡Yo te aviso chirulí!” Y sin necesidad de más explicaciones. 
Y Alí Primera nos cantaba: 
“La Patria es una mujer, y el regreso para amarla, contra los que se desvelan tan solo por disfrutarla y en vez de darle caricias, lo que hacen es manosearla”. 
Y ustedes saben muy bien que de estar Alí Primera vivo, de seguro que no estaría describiendo nuestra Patria en términos de una mujer amada a punta de caricias y para nada manoseada. 
Y Alí Primera nos cantaba: 
Niño: "No es verdad Simón Bolívar que al hacer tu juramento histórico en Monte Sacro, no pensasteis que tu brazo hoy se sintiera cansado de tantos que se han colgado para escudarse en tu nombre." 
Bolívar: "Hay razón en lo que dices, yo frente a Simón Rodríguez juré liberar a mi patria y tal vez por inocencia no la soñé gobernada por indignos de mi herencia." 
Y ustedes saben muy bien que de estar Alí Primera vivo, de seguro que no estaría describiendo a nuestro país como una nación liberada de indignos gobernantes que se escudan en el nombre de Bolívar. 
Y Alí Primera nos cantaba 
"Madera olorosa a jazmín café, madera preciosa, preciosa madera, haremos una mano con esa madera, para golpear bien fuerte a quien desde siempre golpea y golpea nos golpea" 
Y ustedes saben muy bien que de estar Alí Primera vivo, de seguro que ya hubiese descubierto que con lo que desde siempre nos golpean, es con la chequera de esa cuenta que contiene nuestras resultas petroleras y que el cacique de turno maneja a su antojo de acuerdo a sus ocurrencias. 
Y Alí Primera nos cantaba 
“‘Ahora que el petróleo es nuestro’, viva la soberanía, que tal señor presidente, si se convierte en comía. 
No lo digo por manía, ni porque me dé la gana, pero el pueblo compañero, tiene un hambre soberana. 
‘Ahora que el petróleo es nuestro’, izaron el pabellón, subieron las caraotas las tajadas y el arroz.” 
Pero Ali Primera, de estar vivo, quizás cantaría conmigo… “¿Ahora que el petróleo es nuestro? ¡Yo te aviso chirulí! Qué tal pueblo compañero, si vamos y lo hacemos nuestro de verdad.” 
¿Hemos de nuevo en Venezuela elegir a un cacique para entregarle nuestras resultas petroleras para que las administre, para que lo endiosemos y se vuelva un engreído sabelotodo? ¿Es que somos tan cobardes que no nos atrevemos a aprender?
El Universal

La chequera con nuestras resultas petroleras en manos del Estado, es la que “desde siempre golpea y golpea, nos golpea”

diciembre 13, 2012

¿Y vamos a seguir en esta peleadera?

Hay innumerable artículos que especulan sobre qué pasaría si el enfermo no mejora y, si aun absolutamente todos estos, de lado y lado, tuviesen razón, por imposible que eso sea, la verdad es que en un país tan dividido como el nuestro, todos, de todas formas, vamos presos. 
El actual cacique de turno, sin duda alguien con unas características muy extrañas, entre otras una gran capacidad comunicacional para explotar los complejos complejos de nuestra psiquis nacional, catapulto de manera irresponsable el nivel de conflictividad en nuestro país. 
Ayudado por nuestras abundantes resultas petroleras logró conseguirse tanto el amor y el apoyo de millones de buenos corazones venezolanos, así como por supuesto el apoyo de los tantos pon-me-donde-haya aprovechadores de siempre. Pero, con sus políticas de subdesarrollo, y su omnímoda e irritante autosuficiencia, también causo que otros millones de buenos corazones venezolanos lo detesten, hasta más no poder. 
Y ahora, aún cuando ese cacique tenía designios para que su turno fuese eterno, parecería que el país debe acostumbrarse a su ausencia. Pero, antes de preguntarse sobre quienes deben ser los candidatos a ser el próximo cacique de turno, el país debería comenzar por responder a sí mismo, si quiere o no quiere seguir en esta estúpida peleadera hecha peladera. 
Y no hay duda que todos, por lo menos en nuestros adentros, sabemos muy bien que no tiene nada de patriótico o lógico el mantener el país dividido. ¿Qué hacer? 
No sugiero saberlo, pero si me gustaría comenzar por encuestas que buscan conocer quién de la variada oposición les parece menos malo a los que están con el cacique de turno, el enfermo, y quién, entre todo el variado chavismo, les parece menos malo a los de la oposición: 
¿Si usted oposicionista naufragase con su familia en una isla donde solo viven chavistas, a quien preferiría como cacique de turno, a Nicolás Maduro, a Diosdado Cabello, u otro, u otra? 
¿Si usted chavista naufragase con su familia en una isla donde solo viven oposicionistas, a quien preferiría como cacique de turno, a Henrique Capriles, a Pablo Pérez, u otro, u otra? 
El solo hecho de responder sobre quien puede para uno ser el menos horrible entre los horripilantes, da lugar a un espacio de reflexión y amplitud que por los momentos no existe. 
Y luego incitaría a los dos titulares del “menos horrible entre los horripilantes”, a que se tomen juntos unas cervecitas para simplemente conversar sobre el qué hacer con ese activo, o ese pasivo político, que comparten. 
¿Sugiero yo un país gobernado por alguien “alguito menos horrible que horripilante”? ¡No! Quiero algo mucho mejor. Pero la verdad es que si alguien nos preguntase: “¿Les hubiere gustado tener caciques alguito menos horribles que horripilantes?” Igual les hubiésemos contestado “¡Sí! ¡Porfa! ¡Siempre es mejor quedar menos fallos!” 
Ustedes conocen que la ruta de unificación nacional que prefiero, es aquella de unirnos los ciudadanos alrededor de la responsabilidad individual de cada quien en sembrar sus propias resultas petroleras. Lamentablemente esa posibilidad sí que se enfrenta a un sólido frente unido, formado por todos los políticos, de lado y lado; quienes rehúsan aceptar que se les quite su manguangua de manejar políticamente nuestras resultas petroleras… y la que defienden con su insolente consigna del: “Voten por mí, yo sé mucho más de lo que les conviene a ustedes y a sus familias de lo que ustedes mismos saben”.