febrero 27, 2014

Venezuela, en dos toletes, por diseño

Federico Vegas, en un extraordinario artículo, "¿Por qué los estudiantes?", Prodavinci.com, explica maravillosamente la situación en Venezuela... justamente por su modestia de no obligarse a explicarla. Vegas escribe: "Cuando alguien me pregunta cuál es la solución a lo que sucede en Venezuela le contesto que ni siquiera soy capaz de articular el problema. Es imposible criticar a un desastre que no tiene una arista legible o comprensible por donde agarrarlo."
Pues yo, no tan modesto, especialmente cuando mi ego tachirense ha sido algo argentinizado con las recientes actuaciones de los gochos, sí me atreveré articular una explicación:
La democracia, y un Estado que recibe el 98% de las exportaciones del país, son como aceite y vinagre.
En un sistema electoral donde para ser elegido autoridad, y con eso acceder a todos los poderes del Estado, y a la poderosa chequera con todas nuestras inmensas resultas petroleras, se requiere obtener el 50% más 1 de los votos... los restantes votos, el 50% menos 1, para tales fines, valen cero.
Existen unas inmensas resultas petroleras las cuales, para optimizar su efecto capta votos, deben intuirse ser repartidas entre el 50% más 1 de los votantes... y los restantes, el 50% menos 1 de los votantes, como que recibiendo nadita.
En otras palabras, una promesa de repartir el 100% de nuestras resultas petroleras entre el 50% más 1 de los votantes, representa un precio mucho mayor por voto que el de una promesa de repartirlas de manera justa entre el 100% de los votantes.
O dicho de otra manera, cuando como votantes buscamos maximizar nuestro beneficio individual, nos garantizamos un país dividido, básicamente en dos toletes iguales.
Unos breves momentos, durante elecciones, el aceite y el vinagre pueden aparentar una aceptablemente homogeneizada vinagreta, pero, qué va... a las pocas horas comienza la separación.
¿Qué hacer? O nos convertimos en una dictadura formal para que así el gobierno no necesite de comprar votos, y de ser una dictadura buenaza reparta las resultas petroleras de manera más equitativa, así sea solo al 50% más dos de los ciudadanos; o simplemente nos repartimos tales resultas entre todos los ciudadanos, para así poder aspirar tener una democracia representativa.
El coeficiente Gini usualmente reportado, es una medida con la que calculan la desigualdad de los ingresos en un país... y cuando ése Gini muestra mejoras, es la medida con la cual los gobiernos se autoalaban hasta el cansancio. Ese coeficiente no dice toda la verdad, entre otros por cuanto le asigna al ingreso ganado en una actividad económica productiva, un valor similar al de un ingreso recibido como consecuencia de una política social... o dicho en términos más crudos... en sus términos igualitarios, para el Gini, un bolívar en limosna vale lo mismo que un bolívar en salario.
En tal sentido, para interpretar mejor dicho coeficiente, siempre debe acompañarse con un Gini relativo a los ingresos antes de impuestos y transferencias... y otros similares como de la educación, de las oportunidades, etc.
Como saben, promuevo la repartición de las resultas petroleras a todos los venezolanos por igual, no solo para que aprendan sembrarlas, sino antes que nada para que aprendan depender de lo que ellos mismos puedan hacer, y no sigan en la creencia de que su futuro depende de un gobierno.
Eso no solo mejoraría el coeficiente Gini de Venezuela pero, muchísimo más importante aún, incrementaría su sostenibilidad en el tiempo.

febrero 22, 2014

Venezuela, el nudo en la garganta se nos revienta

Hace algunos años (2007), con ocasión de unas protestas encabezadas por los jóvenes de Venezuela, en su homenaje grabe el siguiente video con la canción Venezuela.
Hoy, regresando de #SOSVenezuelaDC, de nuevo sentí la necesidad de honrar los jóvenes… muy especialmente a los de mi querida Táchira y que con su valentía nos honran a los que tuvimos la bendición de nacer en esas tierras.
Perdonen lo malo… pero sepan que los sentimientos, para ser sinceros, no requieren ser afinados.



Y si ya estamos en esas, he aqui "Acuarela"... dedicada a los mismos estudiantes




febrero 20, 2014

Jóvenes, búsquense #LaEntrada

Llevo más de quince años dialogando con oficialistas-chavistas y con la oposición. Los que me conocen saben bien la razón fundamental por la cual no estoy de acuerdo con ninguno de ellos... siendo ésta que considero imposible lograr una nación como la que desearíamos, con esa excesiva concentración de poder en el Estado que producen las resultas petroleras.
No obstante hoy me veo obligado a interrumpir cualquier diálogo con todo oficialista-chavista que no tome una muy clara distancia de la manera como el gobierno, o mejor dicho la falta de gobierno, tan asquerosamente enfrenta las recientes protestas de los jóvenes. A veces es posible basar una defensa en la ignorancia pero, un silencio aprobatorio ante lo que está ocurriendo, sólo permitiría alegar alguna enfermedad mental.
Jamás fui chavista pero, francamente, si lo hubiese sido, por alguna de esas razones afectivas que hizo de millones de venezolanos chavistas, de seguro que los últimos 15 meses me hubiesen parecido un insulto a la memoria del líder.
Conocemos las tantas claras razones por las cuales la mayoría de los venezolanos, especialmente sus jóvenes, ansiosamente buscan una puerta de escape en la Venezuela actual. La situación, si no fuese tan trágica, podría inspirar una de esas producciones de Hollywood donde se burlan de "repúblicas bananeras". Hasta los disfraces de nuestros Grandiosos parecen salidos de tales producciones.
No obstante el problema con toda puerta de escape, tipo #LaSalida, y por la cual en pánico se puede lograr salir durante una emergencia, es que con frecuencia uno termina encontrándose en la calle, en paños menores, preguntándose... "¿Y ahora qué?".
Más creo en la fuerza motivadora, y rectificadora, de buscar y promocionar una sólida puerta de entrada al futuro.
Y como #LaEntrada, les aseguro que modificar un sólo artículo de nuestra tan violada Constitución actual, tendría un significado para ese futuro de Venezuela que todos deseamos, mucho mayor que el pulcro cumplimiento de todo su demás articulado.
Me refiero al artículo 12 que establece: "Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la República, son bienes del dominio público y, por tanto, inalienables e imprescriptibles. Las costas marinas son bienes del dominio público".
A ese artículo, sujeto a mejor lenguaje legal, sólo sugeriría agregarle lo siguiente: "Todas las resultas económicas producidas por la explotación de los bienes del dominio público, serán repartidas, en cuotas iguales, entre los venezolanos por nacimiento. El Estado podrá retener de éstas, para sufragar sus costos de gestión, hasta un máximo de 20%, por concepto de contribución ciudadana.
¿Qué significaría lo anterior?
Que los ciudadanos no tendrían que chuparle más tanto las medias a los caciques y caciquillos de turno, buscando recuperar lo máximo de sus resultas petroleras.
Que los hasta ahora caciques y caciquillos de turno se volviesen unos gobernantes respetuosos de los ciudadanos, ante nada por cuanto serían éstos los que les pagan sus sueldos.
Que cada ciudadano estaría libre de consumir o sembrar sus resultas petroleras, de la manera que crea que a él y a su familia más le convenga.
Que al fin podríamos llegar a vivir en una nación en lugar de tener que vivir, como hoy, arrumados en el negocio de otros.

febrero 14, 2014

Jóvenes, aspiren ser más que aspirinas

Excepto los protestados, y los que nacieron indiferentes... ¿quién no siente ternura y admiración por jóvenes que se arriesgan protestando a favor del mundo mejor en que creen?
Pero aún cuando no tenemos derecho de pedirle a los jóvenes que no protesten lo que su conciencia les pide, sí tenemos todo el derecho de rogarles que no se arriesguen demasiado por poca cosa. Y he ahí por lo que al mismo tiempo que me enorgullezco de los jóvenes venezolanos que hoy alzan sus voces, igual se me engurruña el corazón pensando en ellos.
Con su valentía pueden ayudar al país a conseguirse un gobierno mejor que ese que a diario evidencia no importarle un bledo lo que le pase al país, con tal de quedarse en el poder. Y eso produciría sin duda un gran alivio... pero igual sería, lamentablemente, sólo una aspirina.
A la larga, y quizás a la corta también, el sólo lograr un cambio de gobierno, por bienvenido que sea, cambiaría poco lo fundamentalmente equivocado de un país donde algo así como el 98% de todos los ingresos por exportaciones alimenta, directamente, el poder y la voracidad del Estado. Chequera petrolera mata buenas intenciones, y sólo hace del gobierno una mina explotable.
Qué distinto sería ver nuestros jóvenes rebelándose contra los eternos abusos de ese poder que representa nuestras resultas petroleras acaparadas por el Estado, declarando: "En nombre de la Venezuela del futuro aceptamos pagar los impuestos necesarios para sufragar la gestión del Estado, pero, de hoy en adelante, los sembradores del petróleo somos nosotros, los ciudadanos... para así tener futuro".
Por supuesto, para tal campaña admirable, tendría que surgir liderazgos ajenos a la tribu de los quítate-tú-para ponerme-yo que siempre nos ha comandado, por lo menos desde que en 1914 reventó Zumaque I.
Si los jóvenes lograsen quitarle la chequera petrolera al gobierno, y repartir las resultas por igual entre los ciudadanos, entonces sí que habrían logrado cimentar unos pilotes sobre los cuales pueden construir una nación digna y moderna. De no lograrlo y de seguir tal chequera en manos de petrócratas y oiligarcas, seguirán solo siendo miembros de un poblado indigno y primitivo.
Y si acaso la aspirina se entrega vía un golpe militar, pocas cosas puede permitirle a los alzados adquirir legitimidad democrática, como asegurar, con pruebas, que el golpe no es para ellos quedarse con las resultas petroleras, sino para ellos lograr la real independencia de Venezuela, entregándole al pueblo directamente lo que le pertenece.
Y si como militares les preocupa la defensa de los intereses de la nación, que no se olviden que una ciudadanía capaz de sembrar sus resultas petroleras, siempre significará una mejor defensa que la que ellos pueden proveer.
PS. Tasa cambiaria. En un país donde los dólares se venden en distintos mercados a distintos precios, la mejor tasa indicativa de la tasa de cambio real, es la tasa ponderada resultante. El hecho que un gobierno prohíba cualquier referencia a uno de esos mercados, no significa que un profesional que se respete pueda indicar como real, y menos usar para soportar un análisis, una tasa cambiaria chucuta, basada sólo en lo oficialmente permitido.
Leímos, en Aporrea, que Nicolás Maduro dio órdenes de inspeccionar a las agencias de viaje en todo el país, por cuanto algunas de éstas "están fijando los precios de los pasajes al llamado ‘dólar fantasma'". Ése dólar será más "fantasma" por lo que lo asusta que por lo fantasma.